domingo, 24 de abril de 2011

Mis pinches favoritas


Supongo que en estos asuntos es  inevitable que me salga la vena docente pero, sin ser profes, seguro que muchos de vosotros me entenderéis: nada como el placer de enseñar :D Es increíble. Embriagador. Es un GUSTAZO notar que algo de lo poco que sabes le está llegando, de verdad, a alguien que lo pide, con ojillos emocionados, saltones, aviesos, con hambre de saber y aprender... Me encanta. Lo flipo en mi trabajo y, muy especialmente, en mi gran pasión, la cocina, y con mis perfectas y encantadoras pinches, mis sobris, de las que os dejo algunas muestras en esta entrada (tras el necesario permiso de sus padres, claro). Muchas veces y sin ganas cocino sólo porque alguna de ellas me dice Chuchana, yoquieocochiná, y por el placer de ver sus caritas... En fin, que después de esto os reto a que me digáis que cocinar, en buena compañía, no es un placer... 
 
No puedo dejar de de deciros, a los que no lo sepáis (que sois la mayoría, claro) que, en este caso, estamos hablando de dos personajillos muuuuy jóvenes, que no llegan a los 7 años de edad. Pero las dos compensan su juventud (¿?) con muchas ganas y una muy buena disposición. Carmen (6 años) es pertinaz y seria, se concentra con una dedicación y una pasión envidiables en todo lo que le cae en las manos, desde los deberes del cole (así le va de bien!!!!) hasta los juegos (cada vez más de ordernador :/) y la cocina, entre otras cosas las sopaipas o las empanadillas, tareas ambas en las que la veis atareada en estas fotos, ella sola con sigo-misma o conmigo. ¿No es para comérsela???? Fijáos en la concentración con las empanadillas... con una pinche así da gusto cocinar, o lo que sea, vamos...

Pero hay que dejar claro que su hermana Blanca (con 3 años y medio!!!!) no le va a la zaga. Lo pide fervientemente (yoquieocochiná!!!! ) y, como podéis ver en esta entrada, la tía lía las albóndigas como nadie. Hay que  precisar que, en mi tierra, “liar” significa darle forma a las albóndigas (o a las croquetas, o a lo que se tercie) con cierta gracia y mimo; es decir, que no es fácil para un personaje de 3 años, pero aquí la veis, concentrada en lo suyo, dándolo todo, como debe ser, una campeona. Vamos, que apunta maneras :D pero qué voy a decir yo...

En fin, qué queréis que os diga. A ver. Con estas pinches, qué hago ¿sigo intentando que les guste el asunto o no? :))))))) ¿Tengo posibilidades?????? Cómo lo véis???? :D


Varios meses después del post, María me ha estado ayudando a liar croquetas. Era la primera vez que lo hacía pero, tras escuchar la explicación y observar atentamente, a la segunda croqueta lo estaba haciendo como una profesional. El caso es que la cocina no le gusta demasiado, al menos por ahora, pero lo que sí que tiene es un afán tremendo por ayudar y echar una mano. Y cuando se pone, lo hace de maravilla, así que creo que tiene madera :) A las pruebas me remito... 




4 comentarios:

  1. Es verdad la reflexión que se hace respecto a la estrecha relación que existe entre la cocina y la magia.
    Con esas aprendices tan lindas y tan dispuestas hace que en la cocina haya magia, porque todo el mundo tiene cosas que enseñar y porque lo compartido sabe mejor.Pilar

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  2. Ohhhh!!! Susana qué bien conocerlas por fin!!!
    Haces un papel genial con ellas y esos recuerdos para siempre con las manos en la masa y al laíto de su tita...será un gran hatillo de vida.
    manuela.

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  3. Vaya aprendizas. Que salerosas, la una con la empanadilla y la de las albóndigas, para comerselas.
    Y desde luego, dejalas que te ayuden, no les va a hacer falta el dia de mañana.
    Besos

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  4. Vale, yo no quería, pero como me lo sugerís pues... seguiré intentándolo :P Aunque me da que no va a ser difícil... Gracias!

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