miércoles, 30 de marzo de 2011

Deliciosa Martha

Un buen ejemplo de la cocina como excelente metáfora para contar historias. Se trata de una película alemana (Sandra Nettelbeck, 2001) sobre Martha, una apasionada y perfeccionista cocinera de éxito, que vuelca en su profesión sus energías y su tiempo para no afrontar que su vida personal es muy muy pero que muy plana. Pero este (aparente) buen arreglo da la vuelta como un calcetín cuando la vida, como suele suceder casi siempre, da un revuelo de volantes y le pone todo patas arriba (hasta ahí puedo leer :D). Y otra vez la cocina es la perfecta metáfora de su desasosiego, sus miedos... y el medio para empezar a entender cómo, sabiendo recolocar las piezas del rompecabezas, y poniendo un poco de buena disposición (y una pizca de sal y pimienta :P), al final casi siempre todo tiene arreglo. Una peli muy entretenida y agradable de ver casi todo el tiempo. Y claro, como casi siempre que dan con algo que merece la pena, en Hollywood hiceron una versión calcada sin tapujos (Sin reservas, Scott Hicks, 2007) que no le llega ni a la suela de los zapatos a esta recomendable película.

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