Empieza a llegar el buen tiempo, pero todavía hace algo de frío y me resisto a jubilar los platos de cuchareo. Hoy os cuento una receta simple, sencilla y sanísima, porque lleva solo verduras (muchas) y una legumbre magnífica. He usado garbanzos de los que vienen ya cocidos en bote, que dan un resultado estupendo y simplifican mucho la vida cuando quieres guisotear con esta legumbre pero no la tienes en remojo del día anterior y/o no tienes tiempo de cocerla en condiciones. La receta que os cuento es tan simplona que ni hay fotos del paso a paso, no merece la pena.
Hay que sofreir un poco (muy poco, solo enseñarles el aceite) (¡de oliva!) las verduras variadas que queráis picadas enteritas; bueno, es que a mí me gusta encontrármelas :) pero si sois maniáticos (o hay gente así en casa) se pican en burunoise y listos, o bien se añaden enteras y al final se retiran, se pasan por batidora, y luego otra vez a la cazuela. Yo hoy he usado lo que había en la nevera y que, en esta receta, no puede faltar: ajo, cebolla, pimiento verde y tomate; también van bien (y cuando tengo a mano uso) el pimiento rojo, el puerro, o unas papas chascadas para espesar la salsa. Y desde luego la calabaza, la otra protagonista de esta deliciosa historia, que debe ir en cantidad más o menos igual que los garbanzos. Después de marearlo todo un poco en aceite se añade sal, un pelín de comino en grano (por aquello de las flatulencias de las legumbres pero también por el punto tan rico que le da al guiso), perejil fresco picado, polvo de ñoras, y sobre todo (¡que no falte en un potaje!) un buen pimentón de la Vera; conforme le deis dos vueltas y media al pimentón hay que añadir agua, remover el lío e incorporar garbanzos ya cocidos. Meneamos el asunto, le damos un toque de nobleza con una hoja de laurel, y que cueza todo (chup-chup) hasta que os parezca bien.
Verduritas, legumbre, poca grasa (y la que lleva es sana) y ni gota de carne; un plato ideal para animarse y cuidarse al mismo tiempo que, además, se congela de maravilla. Y encima está riquísimo, ¿quién se resiste?
Que empieza a llegar el buen tiempo?? jajaja, pero si yo todavía estoy esperando a que llegue el malo!! jajaja (salvo un par de semanas allá atrás, al centro de la península no han llegado ni las borrascas ni los fríos, debe ser la bola de contaminación que lo repele).
ResponderEliminarQué idea más buena!, me encanta la calabaza, y los potajes es algo que me parece muy apañao (y sobre todo con los garbanzos esos de bote de los que tiro mucho), tiene que estar muy bueno!.
A mi no me importa tomar ese platito con calor o una ensalada con frio.
ResponderEliminarYo soy atemporal.
Un saludito
EN casa no se guardan las legumbres ni en verano así que me llevo la receta
ResponderEliminarMadre mía...me encantan los garbanzos de todas las formas...ahora este plato dabamos todos los de mi casa buena cuenta de el!!!
ResponderEliminarDeliusssssssssssss como dice Triana.
Besos
Hay, hay.. que estoy a dieta!
ResponderEliminarPero después de todo lleva calabaza que me encanta y es sana, sanísima.
Me convenzo yo sola.. así me va.
Que tiene una pinta estupenda y que la voy a hacer.
Muakk
A esto le llamo matar dos pájaros de un tiro: comer potaje de garbanzos y de manera sana
EliminarUn saludo
-Que ricos! jejeje cuando llegue a Andalucía y en mi primera guardia vi que había cocido de garbanzos...con calabaza! casi me da un patatus! yo que estaba acostumbrada al cocido maragato de mis abuelos casi me da un pasmo! jejeje llamé a mi padre por teléfono y se lo conté:
ResponderEliminar-papá, papá! aquí a los garbanzos les ponen calabaza! ;)