Esta receta es muy pero que muy especial en mi familia materna. Como otras tantas cosas la aprendí de la Tata Curra, que se la hacía a mis abuelos y a mis tíos y siempre era un éxito. En mi casa gusta muchísimo y a mi madre le emociona especialmente tomarla, imagino que porque le trae recuerdos de su infancia y su familia, pero con lo que de verdad disfruta es cuando ve a sus hijos y sobre todo a sus nietas zampársela... :) Hasta hace muy poco pensaba que los Huevos a la bandera española eran una receta familiar sin más, humilde pero contundente y sabrosa, y cargada de recuerdos deliciosos para todos nosotros. Pero hace unas semanas, trasteando en el muy (pero que muy) recomendable blog de Luz Con Delantal, me topé con esta receta (con ligerísimas variantes) y con la historia de cómo llegó a su familia política, en la que también es un plato muy tradicional. Rápidamente le mandé el enlace a mi madre y a mis tíos y, después de la sorpresa, han sido capaces de rastrear la conexión entre ambas familias y tradiciones, que explica la coincidencia. ¿No os parece bonito? Ventajas de Internet y de la ventana al mundo que supone :) Hoy le he preparado a mi madre (y a resto de mi familia) Huevos a la bandera española, y le dedico la receta a ella, a sus hermanos y hermanas, y muy especialmente a Luz, la autora de Con Delantal: muchas gracias por compartir todo lo que sabes en tu magnífico blog, y por hacernos conocer el origen de esta receta tan especial para nosotros. Mientras la hacía (casi-casi como ella me enseñó) estaba imaginándome lo que diría la Tata Curra de esta curiosa coincidencia... Pero eso mejor no lo cuento aquí :)
Necesitamos cocer un huevo por comensal, y preparar previamente una buena y contundente salsa de tomate casera: a mí me gusta pochar muchísima verdura (ajo, cebolla por un tubo, pimiento verde, puerro, zanahoria...) picada bien fina, luego añadir tomate maduro troceado (en invierno, tomate triturado de lata), sal, azúcar, perejil fresco y listo. Si tenéis prisa, o estáis vagos, o en casa no quieren encontrarse los trocitos de verdura (ellos se lo pierden...) incorporadla en trozos groseros y, al final, cuando el tomate esté ya bien frito, pasadlo todo por un pasapuré.
A continuación se hace una bechamel ligeramente espesa picando ajo y cebolla bien finos y pochándolos en aceite de oliva (o bien mitad aceite y mitad mantequilla, según os guste), luego se añade harina de repostería (más o menos la misma cantidad de harina que de grasa) y se hace una roux. Cuando esté se incorpora leche caliente (yo suelo usar 1/4 de litro por cada cucharada sopera no muy colmada pero hermosa de harina) y se remueve enérgicamente con las varillas, añadiendo finalmente sal, pimienta negra recién molida y nuez moscada, a ser posible también recién rallada. No es la primera vez que os cuento que esta forma de hacer la bechamel, que aprendí del estupendo cocinero Sergio Fernández, permite que el resultado no tenga ni un solo grumo. Pero ni uno.
Se mezcla esta salsa lista y aún caliente con las claras de los huevos duros previamente troceadas pero en pedazos gruesos, que nos los queremos encontrar :) Para conseguir el efecto de una bandera, vertemos todo esto en una rustidera rectangular; debe quedar una capa de más o menos dos dedos de grosor de bechamel con claras de huevo duro. Se cubre toda la superficie con una capa de un dedo (otra vez más o menos) de la salsa espesa de tomate frito casero y, en el centro, de pican o se rallan las yemas de huevo para formar una bandera de España.
Espero que os animéis a hacer esta sencilla receta, tan especial para dos familias. O al menos para dos familias que sepamos, porque igual, tirando de la guita, nos llevamos otra sorpresa... Quién sabe :)
Este plato es verdaderamente muy sabroso y nutritivo. La receta es poco conocida, se merece que a través de vuestros blogs la conozca cada más gente. Quién sabe, quizás con un poco de suerte algún día podremos encontrarla en los bares como tapa estrella...
ResponderEliminarMuy curiosa la anécdota tanto del origen de la receta como de la coincidencia entre las dos familias. Ésa sí es la memoria histórica que merece la pena, y no la de meter el dedo en la llaga para reabrir heridas ya casi cicatrizadas.
Esta receta no la conocía. A mi marido le chiflan los huevos duros con tomate frito casero, así que este plato le encantará.
ResponderEliminarBesitos
Fantástica esta bandera española, te ha salido sublime y con esas aportaciones del ajo y la cebollita tan rico. Es un placer saber q hay más amigos con los que compartimos gustos y recetas de la familia. Muchas gracias por tus amables palabras, eres una exagerada. Besos
ResponderEliminarUn plato divino para una historia preciosa.
ResponderEliminarBesitos
Tengo 75 a~nos, mi mam'a , all'a por los a~nos 40, bien sea porque quizas no habia un huevo para cada uno o porque conociera la receta, el caso es que con relativa frecuencia nos los hac'ia y mira que nos gustaban con aquel buen pan de hogaza que habia en Segovia; junto con mis pap'as, mis tres hermanos y yo nos dabamos el gr'an banquete...
ResponderEliminarAnónimo, qué sorpresa ¡huevos a la bandera española en Segovia! Lo contaré en mi casa.
ResponderEliminarHola...soy paraguayo y nieto de españoles por parte de padre...yo también pensaba que este plato era una exclusividad familiar...mi madre lo hacía bastante especialmente para cenas livianas...creo que debe haberlo aprendido con mi abuela española que vivia con nosotros...no se si es un plato de la región de León, donde mi abuela Amparo nació, en un pequeño pueblo llamado Gordaliza del pino...la receta practicada en casa era bastante mas simple que la de este sitio, compuesta solamente en tomate, huevos, sal y pimienta básicamente, y creo que ajo y cebolla...el nombre del plato, obviamente por los colores amarillo y rojo de la bandera española, y la diferencia en relación a la tortilla francesa o omelette es la consistencia esponjosa que le da la utilizació de agua...de cualquier manera, nunca logré que me salga igual que el que hacia mi madre...bueno saludos a todos...
ResponderEliminarGonzalo, qué ilusión re-encontrar esta receta tan lejos... Sin duda proviene de tu abuela española; anímate a hacerla y nos cuentas :)
EliminarQuerida Susana, me ha dejado perplejo el ver esta receta publicada. Era un plato que se hacía en casa de mi Madrina (así la llamábamos los 5 hermanos, aunque era sólo madrina mía). Como bien dices, es un plato espectacular, a la vez que sencillo.
ResponderEliminarUno de mis hermanos, para polemizar, claro, decía: "Madrina, la auténtica receta lleva también remolacha" (en alusión a la bandera republicana) y, claro, nos partiamos de risa.
Juan M., todo lo relacionado con esta receta es de lo más curioso. ¿Has visto los comentarios a esta entrada, desde sitios tan diferentes? Como digo en la receta, en casa siempre habíamos pensado que era una tradición familiar, y fíjate la sorpresa :) Un saludo.
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