Espero que ningún catalán se ofenda por esta versión de sus magníficas espinacas con pasas y piñones. Creo que hay muchas variantes de esta receta (en Internet hay versiones con pimiento verde, tacos de jamón, cebolla...), pero yo hace años que la hago de la misma manera, que es la que me gusta y la que hoy os cuento en esta entrada. Las espinacas son una de mis verduras preferidas, y el listado de sus propiedades y de las ventajas de tomarlas habitualmente es tan largo que ni lo voy a intentar resumir. Encima, esta receta tiene para mí el encanto de incorporar una mezcla que me parece estupenda, los piñones (tostaditos, deliciosos) con las pasas (dulces, blanditas, estupendas). Un leñazo de sabor y de vitaminas que, además, se hace en un momento y no tiene ninguna complicación.
A mí las espinacas frescas me gustan tanto que sólo las uso para hacer ensaladas, cuando hay que meter calor y guisotear me da pena y tiro de las congeladas, que están bastante conseguidas. Lo que no hago en este caso es cocerlas: sencillamente las descongelo y me guardo algo del líquido que sueltan (verde, aromático, mmmm). Empiezo con ajo y me gusta espachurrarlo en el prensa-ajos, porque queda muy pequeño y exprime muy bien el aceite (o lo que sea) de los ajos, que aporta una aroma estupendo a esta y a otras recetas. Compraos uno, que vale dos duros y da su avío.
Cuando el ajo está un poco hecho (muy poco) añado las espinacas, un poco de sal, una pizca de pimienta negra recién molida, un golpe de comino molido, un puñado de pasas de Corinto (suelo hidratarlas un pco en el agüilla que han soltado las espinacas), y mareo el asunto un rato.
Mientras tanto, meto en el microondas un puñado de piñones en un plato, bien extendidos, y los "tuesto" un poco (3-4 mintutos) para que pierdan el punto a crudo. Las espinacas y todo lo demás se hacen en un momento (un pelín más del tiempo de tostar los piñones), cuando me parece que están le añado los piñones tostados y doy un par de vueltas, pocas, uno o dos minutos.
Y listo. Riquísimas ellas solas, pero también ideales como guarnición de casi cualquier cosa, con la carne de cerdo van de lujo, y con el pollo... en fin...
Me encantan las espinacas y nunca las preparo así,deliciosas.
ResponderEliminarSaludos.
Sencillas y ricas, además se pueden preparar así salteadas de mil formas. El punto dulce de las pasas me ha gustado mucho.
ResponderEliminarPor cierto, tengo en casa desde hace pocos meses el espachurra-ajos y ha sido el mejor invento que he podido adquirir enmucho tiempo. Ya ni rodajitas ni nada, siempre espachurrados, que sacas más jugo!.
Besos
Las espinacas me gusta de cualquier manera...me llevo esta receta quje ahora tenemos y necesitamos comer sano que viene Navidad y ya se sabe!!!
ResponderEliminarBesos
Qué bien que os gusten a los cuatro :) Miren, bienvenida al blog y felicidades por el tuyo, me verás con frecuencia por allí. Elena, a mí también me ha cambiado la vida el prensa-ajos... sobre todo desde que descubrí que no hace falta pelarlos! Los metes tal cual, espachurras, sale todo y la cáscara se queda dentro!
ResponderEliminarYo las hago prácticamente igual, Susana, y aunque no sé si serán Catalanas de verdad..., son riquísimas, verdad? Besitos.
ResponderEliminarBuenos días, como se va a ofender algún catalán cuando vea esa receta, todo lo contrario se sentirá orgulloso al ver lo magnificas que te han quedado. Tienen una pinta verdaderamente sensacional, para dejar el plato bien limpito.
ResponderEliminarUn saludo Paco
Superior Susana. Simplemente excelente!!!!
ResponderEliminarAngie, si tú las haces casi igual no debo andar muy desencaminada ;) Paco y Miguel (Tapeo en Sevilla), os aseguro que el sabor de la mezcla de las espinacas y las pasas es....
ResponderEliminarTodavía me estoy chupando los dedos.... cuando las pruebe va a ser fantástico. Eres una monstrua Susi.
ResponderEliminarElia, gracias por lo de monstrua... to también te quiero :) Anímate a hacerlas, y no dejes de contarnos por aquí qué te parecen, aunque seguro que te van a encantar.
ResponderEliminar¡Espectaculares! Las comía en casa de pequeño, y ahora lejos de casa (de Catalunya), las continuo comiendo (en vez de usar el micro, tuesto los piñones a sartén antes) porque como tu dices: "Un leñazo de sabor". En cuando auténticas o no, pues no se que decirte, pues cada maestrito tiene su librito, y estas, están de vicio.
ResponderEliminar¡Un besote!