jueves, 2 de enero de 2014

Focaccia de tomillo y ajo

Esta delicia italiana está a medio camino entre la pizza y el pan, y acompaña muy bien un buen queso con cuerpo, o un embutido sabroso, o... lo que queráis, aunque ella sola, a pellizcos, está buenísima. Hay por ahí miles de recetas de focaccia, yo he combinado varias aunque la base (tuneada, ya me conocéis) es del blog de Alicia, del que ya os he hablado en alguna ocasión. He simplificado su estupenda receta, básicamente eliminando algunos ingredientes e introduciendo un segundo levado, a tono con lo que estoy leyendo últimamente de las masas de pan, y este ha sido el resultado. Estoy muuuuuy satisfecha con esto de preparar y hornear masas en casa, es muy gratificante y también muy difícil de explicar el placer que proporciona hacerte tu propio pan (o similares, como hoy), es algo como muy primario y atávico... Mola :) Lo peor es lo de andar pesando y midiendo ingredientes, pero... es cuestión de mentalizase. Otro asunto engorroso son los tiempos, pero el truco (además de mentalizarse) es organizarse para dedicarse, en paralelo, a otras guerras; al fin y al cabo siempre hay algo que hacer en casa ¿no? Dice Xavier Barriga que el principal secreto de un buen pan es la paciencia que no deja, según  él, de ser la mezcla de pan y ciencia :) ¡y lleva razón! Estoy aprendiendo que en esto no valen atajos, la masa tiene que reposar y levar; en ese tiempo que se nos hace eterno coge sabor, cuerpo, aromas... pura magia. Siendo esto así, digo yo que también habrá dejarle su sitio a la anarquía, ¿no? Algo (aunque poco) de eso hay en esta entrada. Que la cabra tira al monte... ;)

Para esta receta que os cuento hay que mezclar en un bol (vamos con las cantidades... :S) 300 gr. de harina de fuerza, 10 gr. de levadura fresca, 40 gr. de agua templada previamente en el microondas, 10 gr. de sal, lo mismo de azúcar (yo he usado azúcar moreno de caña), y... ya me sale el punto anárquico (;D): un chorro corto de aceite de oliva virgen, un puñado de sal de ajo, y otro hermoso de tomillo. Sin pesar ni gaitas, lo que digan vuestras manos. Esta es la base pero podéis (y debéis) añadir/quitar lo que os dé la gana: orégano, romero, tomates secos, aceitunas, queso, bacon... ya iremos probando :) Y todo a puñados o a pellizquitos, dejando que no mande el peso sino el sentido común. ¡Como debe de ser! Ea, ya me he voy quedando tranquila :)

Mezclad en el bol todo y, cuando se haya integrado bien, pasadlo a la encimera y a disfrutar: amasar, amasar y amasar. ¡Esto es lo mejor de la receta! Me encantan las manos en la masa :) He hecho el amasado francés que aquí explica tan bien Bea, de La cocina de Babette; la idea es que la masa se estire y coja aire, que se estire y coja aire... Dicen que lo recomendable (para el pan) son (al menos) 10 minutos de esto, o varias tandas de 10 pliegues con reposo de 15 minutos en medio... :/ Os confieso que no me llega la paciencia para tanto, qué le vamos a hacer... yo he amasado así un rato (no ha llegado a cinco minutos) y ya está. Doy hasta donde doy, ya veremos pasado un tiempo.

Luego he boleado la masa (aquí lo explica muy bien Bea), he engrasado con aceite de oliva el mismo bol de antes, he colocado dentro la masa, la he pincelado con más aceite, la he cubierto con un paño, y la he dejado reposar y levar dentro del horno (por aquello de evitar las corrientes de aire y darle un ambiente lo más cálido posible) durante una hora. Os muestro en dos fotos cómo estaba antes y después, para que veáis cómo coge volumen del asunto :) La masa está viva y crece... ¡esa es la magia! Tarda entre una y dos horas en levar, según la temperatura ambiente... Pan y ciencia :)



Mientras tanto de aprovechado (entre otras cosas) para aromatizar en el microondas (medio minuto al 50% de potencia) aceite de oliva con un par de ajos (yo los he espachurrado con el prensa-ajos) y, ya fuera del micro pero aún templado, he añadido un buen puñado (¡sin medir ni pesar!!!) de tomillo. Y a hacer otras cosas mientras tanto. Insisto, pan y ciencia :)


Cuando la masa haya levado depositadla con cariño sobre papel de horno colocado en la superficie en la que vayáis a hacer la focaccia (en la misma fuente del horno o en una rustidera, lo que veáis). Extendedla con las manos y con (otra vez) paciencia, dándole forma más o menos de rectángulo; luego meted los diez dedos de las manos (qué gustazo), extendiendo un poco más y haciendo los huecos tan característicos de este pan. 


Poned encima el aceite con ajo de antes y más tomillo, tapadlo y dejadlo reposar en torno a media hora para que haga el segundo levado. Más Pan y Ciencia ;) 


A mitad del segundo levado precalentad el horno a 200º y, pasada la media hora, meted la focaccia dentro durante 20-30 minutos no sin antes añadirle por toda la superficie sal gorda o bien sal en escamas; si os va la marcha, añadid más tomillo. Cuando esté doradita y hermosa, sacadla y dejadla reposar hasta que temple. 


Cuando haya reposado dadle un pellizco, saboreadlo con los ojos cerrados e, inmediatamente, os vais al ordenador y me decís qué tal... ;)



14 comentarios:

  1. No me he atrevido aún con las masas de pan pero esta focaccia me parece perfecta para comenzar con ellas, sin complicaciones de elaboración y muy rica que debe estar.
    Mis mejores deseos para este año. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que para el poco trabajo que dan las focaccias el resultado es estupendo y le puedes poner cualquier ingrediente porque siempre queda bien.
    Besos y Feliz Año!

    ResponderEliminar
  3. Me gusta un montón este tipo de pan.
    Un saludito

    ResponderEliminar
  4. Me encantan las focaccias! viste la mia de membrillo? te la recomiendo al 100% si te gusta el membrillo.
    Feliz año guapa.
    Un besito.

    ResponderEliminar
  5. Menudo trabajo te has dado de investigación, elaboración y redacción aunque viendo el resultado parece que ha merecido la pena. Besos

    ResponderEliminar
  6. Hace tiempo que no la hago y mira que me gusta! Besitos, Susana.

    ResponderEliminar
  7. Me la anoto porque se ve tremenda.

    ResponderEliminar
  8. Susana !! Que buena receta, me encanta como te ha quedado y sobre todo tu estupendo paso a paso
    Bss
    Patricia

    ResponderEliminar
  9. oh yum! that's a great dish for the warmer days!

    ResponderEliminar
  10. Precisamente ayer hice una focaccia y no veas lo rica que estaba, era la primera que la hacía y me encanto, la tuya esta superior, besos
    Sofía

    ResponderEliminar
  11. No lo podías haber hecho mejor! Me encanta con tomillo y ajo! Que rica!

    ResponderEliminar
  12. Esta focaccia es un placer para la vista y el paladar, qué cosa más rica y apetecible!!!

    ResponderEliminar
  13. Puede ser que haya que añadirle más agua? Me ha sido imposible amasar con tan poca y he tenido que añadir bastante más

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ana depende mucho de la harina, hay algunas que piden más agua y quizá sea eso lo que te ha pasado a ti. También depende de la cantidad de aceite que añadas, porque no deja de ser un líquido. Yo creo que al margen de las cantidades lo suyo es observar cómo va la masa y hacer lo que has hecho tú, añadir más líquido.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...