Un clásico, no os cuento en esta entrada nada que no sepáis. Pero es que esta crema está tan rica... y entra tan bien ahora que ya hace algo de frio... Encima es muy sencilla y rápida de hacer, así que no hay excusa :) A mí me gusta empezar dándole un golpe de calor (sin pochar, sólo enseño el aceite caliente) a algo de puerro y patata troceados, junto a unos buenos calabacines que, si no tienen golpes, muescas, ni nada por el estilo, incorporo lavados pero con la piel, porque he leído en varios sitios que ahí hay muchísimas vitaminas y tampoco vamos a prescindir de ellas, digo yo. También añado en este primer paso pimienta negra recién molida y algo de sal y, como os digo, sólo le doy un par de vueltas en aceite, sin llegar a pochar las verduras, porque creo que este golpe de calor y aceite le da un toque y un sabor especiales a las cremas.
Luego añado leche hasta cubrir y varios quesitos en porciones (como me gustan añado unos cuantos, más o menos cuatro o cinco por cada litro de crema :D). Nunca uso nata, que es el ingrediente habitual en esta y otras cremas, porque me resulta más pesada y, además, he descubierto que con leche, patata y quesitos se obtiene un resultado bastante parecido en cuanto al punto cremoso, pero mucho más ligero. La receta original que me dieron hace años también incluía una o dos pastillas de caldo, pero a mí me dan algo de grima (¿de qué están hechas???? de deshechos, ¿no? pues...) y sin ellas queda una crema muy sabrosa, así que paso. Por cierto, que al parecer se pueden hacer (las pastillas concentradas) en casa, con los ingredientes que uno quiera y controle, a ver si me entero y os cuento algo.
Volvamos a la crema. El calabacín tiene poca cochura y las patatas se han mareado en aceite, así que el asunto tiene poco tiempo de cocción; yo suelo hacer esta crema en la olla super-rápida y le doy cinco minutos, que va más que despachada. Pasado ese tiempo es el momento de probar y rectificar de sal y pimienta, por si nos hemos quedado cortos; si ha sucedido lo contrario y se nos ha ido la mano, un buen truco es poner la crema a cocer más tiempo (no le pasa nada) con más leche y otra patata; ésta absorverá el exceso de sal y el resultado será más aceptable.
Le meto la batidora a la olla y luego lo paso todo por el chino, para obtener una crema más fina y sin ningún grumo. Como muchos sabéis lo que queda es una delicia, sana y reconstituyente, tanto para tomar calentita ahora que llega el invierno como para degustarla fría en verano.
Como todas las buenas recetas esta es muy conocida pero admite variantes. Una de las que más me sugiere y me tienta es la de Lidia, del blog Un papelito, que propone una crema de calabacín con manzana a la que le tengo muchas ganas. De hecho hoy pensaba hacerla, pero no tenía manzanas :( otra vez será. Vosotros ¿conocéis más variaciones de la crema de calabacines? ¿Cómo la hacéis?
Yo he visto la crema con manzana también hoy en un blog...pero me quedo mas con la tradicional creo!!!
ResponderEliminarUna buena resultantes es meterle unos quesitos, nosotros tenemos una si...echa un vistazo...
Besos
Buenas tardes. Que cremita de calabacín mas rica y apetecible, un plato ideal para este tiempo que estamos.
ResponderEliminarUn saludo Paco
Clásica, pero deliciosa! Te ha quedado genial, con un punto de cremita perfecta. Yo la hago mucho, también la tengo publicada, y es que nos encanta en casa, la de calabacines y la de puerros, no veas como caen las dos, y yo también la hago con quesitos y sin nata. Nunca le puse caldo concentrado, pero me he quedado muerta cuando has dicho que se hace con deshechos!!! no me digas? no lo había oído nunca, pero vamos, que cuando te enteres de como hacerlo casero, avisamé vale?
ResponderEliminarUn besito.
Rocío, cuando digo que las pastillas están hechas de deshechos me refiero a que se usan (lógicamente) las partes de la carne (o del pollo, o del pescado) que no sirven para otras elaboraciones, las menos nobles, las que se desprecian... eso y muchas porquerías más (échale un vistazo a los ingredientes que vienen en la etiqueta del paquete). Recordaba haber leído que se pueden hacer en casa, y al ver tu comentario me he puesto a rastrear y lo he encontrado! En el blog del Cocinillas, este es el enlace http://cocinillasblog.blogspot.com/2009/11/patillas-de-caldo-carne.html
ResponderEliminarDeliciosa, un clásico que siempre apetece. Yo la hago sin patata, con mucho calabacín y algo de zanahoria,puerro y cebolla, los quesitos que no falten y lo de la manzana me parece genial.
ResponderEliminarBesos.
Miren, la zanahoria tiene que sentarle de vicio a esta crema... probaré la próxima vez, ¡gracias!
ResponderEliminarQué rica!! me encanta la crema de calabacín.
ResponderEliminarEn invierno la suelo preparar muy a menudo ya que con el frío apetece mucho. Lo único que cada vez la preparo de una forma distinta, según lo que haya por casa, con zanahoria como miren o con puerro como tú o con cebolla o con patata o sin patata o con quesito, o con nata líquida, o con todo junto...... .
Lo de la manzana a primera vista no me acaba de convencer, pero algún día la tendré que probar para poder tener una opinión :P
Besos
Elena, con la manzana me pasa como a tí, tengo ganas de probarla a ver qué resultado da.
ResponderEliminarMe encantan las cremitas de verduras, casi todas las noches me tomo un platito..uhmmm!
ResponderEliminarYo suelo hacerlas de lo que me encuentre por el frigo. Prueba a añadirle, estando bien caliente, unos trocitos de Roquefort a la hora de servirla, se "medioderriten"...
Susana, yo compro pastillas de concentrado de verduras en tiendas ecológicas, están libres de todo lo "raro" que llevan las otras.
Besos
Floruca, no sabía que en tiendas ecológicas se podían comprar pastillas de caldo concentrado, preguntaré.
ResponderEliminarHola Susana, que buena pinta! Pero yo hago una versión "light" sin patata, sin quesitos y sin leche. La patata la cambio por chuchú (tambien conocido por pataste - fruto de Sechium edule). Esta fruta sustituye la patata en todas las cremas o sopas (para quién esté a regimen :)). Añado también puerro y zanahoria. Pocho todo en un poquito de aceite e añado agua e sal. Cuando está todo cocido retiro bastante caldo para un cuenco. lo trituro. Si hace falta voy añadiendo caldo, sino lo guardo para un arroz.
ResponderEliminarCristina, una de las cosas que más me gusta del blog es toooodo lo que se aprende. Es la primera vez que me entero de que existe el pataste, y juraría que no lo he visto en mi vida. ¡Estaré atenta! Gracias.
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