Hoy han venido unos amigos a comer a casa y les he preparado un arroz simple, sencillo y resultón, una de esas recetas clásicas, sin ingredientes extraños, que siempre sale bien. En realidad el arroz al horno de verdad, el valenciano, lleva más ingredientes y se prepara de otra manera, pero yo simplemente he usado el horno (y le pongo el apellido a la receta) porque me gusta mucho el punto de cocción que le da al arroz, distribuyendo el calor por igual por todas partes, y así queda muy bien. Vaya esto por delante, para que ningún valenciano se me vaya a enfadar: esta NO ES la receta del auténtico arròs al forn ni pretende serlo, sólo es mi receta de arroz con pollo terminada en el horno :)
Me gusta que al comer el arroz no haya que trabajar con los ingredientes, así que utilizo pollo troceado en piezas pequeñas, de bocado, y evidentemente deshuesado, esta vez han sido unos contramuslos. Lo he salpimentado, he añadido tomillo y lo he dejado un rato reposando, mientras picaba el resto de los ingredientes; luego le he enseñado el aceite un rato y finalmente lo he apartado.
En la misma sartén y con el mismo aceite (bueno, he añadido un chorrito más :D el arroz me gusta con un punto de grasa) he pochado cortados en burunoise ajo, cebolla, pimiento verde y rojo, zanahoria, puerro y los rabitos de unos champiñones que cayeron en la cena de ayer y que había reservado pensando en este arroz. Cuando las verduras estaban ya pochaditas pero aún enteras le ha tocado el turno al tomate rallado y lo he dejado sofreir para, cuando ha perdido el agua, incorporar el pollo, un chorro de vino (esta vez ha sido un fino, como casi siempre de las Bodegas Grant de El Puerto de Santa María), sal, pimienta negra, tomillo y un poco de ñora en polvo (se encuentra fácilmente así en las tiendas de especias de los mercados, esta vez era de la Plaza del Carmen de Huelva). Conviene dejar que todo esto se guisotee un rato, para que se mezclen los sabores. Cuando os parezca que esto ha pasado, se retira este guiso a un recipiente amplio que podáis meter en el horno, yo suelo usarlos de barro.
En la misma sartén en la que he guisado el pollo he mareado un buen rato el arroz (redondo), luego he añadido un poco de azafrán y los he agregado a la cazuela de barro, mezclándolos bien con el pollo y las verduras.
Sólo queda añadirle el líquido correspondiente: el doble de arroz más la consabida propina. Claro que se puede hacer con agua, y que así queda rico, pero... como me gusta tanto aprovechar cosas y congelarlas, suelo tirar de eso: esta vez he añadido agua de cocer unas cabezas de gambas que tenía ;) Interesa que el líquido esté ya caliente, más que nada por adelantar. También he añadido un puñado de guisantes y he rectificado de sal. Se mete la cazuela en el horno, como a 200º, hasta que el arroz esté listo; si el agua está ya caliente tarda algo más de 20 minutos. Luego unos 5 minutos de reposo y listo. ¡No falla! Todo el arroz se queda enterito y por igual, sin sorpresas raras.
En la misma sartén y con el mismo aceite (bueno, he añadido un chorrito más :D el arroz me gusta con un punto de grasa) he pochado cortados en burunoise ajo, cebolla, pimiento verde y rojo, zanahoria, puerro y los rabitos de unos champiñones que cayeron en la cena de ayer y que había reservado pensando en este arroz. Cuando las verduras estaban ya pochaditas pero aún enteras le ha tocado el turno al tomate rallado y lo he dejado sofreir para, cuando ha perdido el agua, incorporar el pollo, un chorro de vino (esta vez ha sido un fino, como casi siempre de las Bodegas Grant de El Puerto de Santa María), sal, pimienta negra, tomillo y un poco de ñora en polvo (se encuentra fácilmente así en las tiendas de especias de los mercados, esta vez era de la Plaza del Carmen de Huelva). Conviene dejar que todo esto se guisotee un rato, para que se mezclen los sabores. Cuando os parezca que esto ha pasado, se retira este guiso a un recipiente amplio que podáis meter en el horno, yo suelo usarlos de barro.
En la misma sartén en la que he guisado el pollo he mareado un buen rato el arroz (redondo), luego he añadido un poco de azafrán y los he agregado a la cazuela de barro, mezclándolos bien con el pollo y las verduras.
Sólo queda añadirle el líquido correspondiente: el doble de arroz más la consabida propina. Claro que se puede hacer con agua, y que así queda rico, pero... como me gusta tanto aprovechar cosas y congelarlas, suelo tirar de eso: esta vez he añadido agua de cocer unas cabezas de gambas que tenía ;) Interesa que el líquido esté ya caliente, más que nada por adelantar. También he añadido un puñado de guisantes y he rectificado de sal. Se mete la cazuela en el horno, como a 200º, hasta que el arroz esté listo; si el agua está ya caliente tarda algo más de 20 minutos. Luego unos 5 minutos de reposo y listo. ¡No falla! Todo el arroz se queda enterito y por igual, sin sorpresas raras.
No se que tiene el horno con el arroz le da un toque especial aunque como todo en esta vida tiene detractores...Nosotros siempre le damos unos minutos en el horno...el resultado final es mucho mejor...Tus amigos estarán encantados, seguro!!!
ResponderEliminarBesos
Eso parece, porque no ha quedado nada :) la verdad es que ha salido bueno, no sé qué dirán sus detractores pero a mí me encanta cómo queda el arroz hecho en el horno.
ResponderEliminarUn detractor es el pescadero de tu sabes donde, jajajajajaja...vino a comer a casa y dijo que el arroz al horno no le gustaba...Pero no dijo el porque, sera manía y que posiblemente quede mas suelto...al mayor nuestro tambien le gusta mas caldoso....bueno, tiene que haber de todo!!!
ResponderEliminarQue rico, el arroz en el horno queda genial, yo lo hago de vez en cuando! Te ha quedado delicioso!!!
ResponderEliminarBesos
Gracias Bea!
ResponderEliminarRocío y José Manuel: como a vuestro hijo, a mí también me gustan más los arroces caldosos que los "secos" pero, con estos últimos, si te animas a hacerlos hay que produrar que queden enteros y sueltos, y eso yo creo que se consigue muy bien con esto del horno. Pero como decís tiene que haber de todo :-)
No he cenado hace mucho, y ese sofrito me ha dado otra vez hambre.
ResponderEliminarEl resultado final es espectacular!
Qué casualidad, Susana, tengo un arroz al horno pendiente de publicar en el blog, aunque también es un poco a "mi manera"..jeje
ResponderEliminarEl arroz queda fantástico en el horno, verdad?
Besitos
Buenas noches Susana. Que arroz con pollo que nos has preparado. Tiene una pinta sensacional cocinado en el horno, además se come todo lo que hay en la paellera, sin tener que andar quitando cáscaras, huesos, etc.
ResponderEliminarUn saludo Paco
Floruca, a ver s publicas tu receta de arroz hecho en el horno, que tengo ganas de saber cómo lo haces.
ResponderEliminarPaco, la idea es trabajar poco comiendo ;) Por ejemplo, cuando añado almejas al arroz las abro antes y uso sólo el bichi, sin la cáscara.
Qué cosas, yo con el risotto y tú con una clásica de arroz con pollo. Qué buena. Te la cambio!!!
ResponderEliminarTe haré caso con la calabaza :)Tengo pendiente lo de hornearla y hacer una receta.
Saludos
Josemari, nos podemos intercambiar nuestros respectivos arroces, porque tu risotto de calabaza y espárragos tiene una pinta estupenda. Te va a sorprender cómo se potencia el sabor de la calabaza al hacerla en el horno, ¡ya verás!
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