¿Conocéis las bolsas de setas variadas que venden congeladas? Dan un resultado bastante bueno para muchas cosas, sobre todo (en mi opinión, y hasta donde he jugado con ellas) como guarnición de distintas carnes, en revueltos, o para hacer las croquetas que os cuento en esta entrada. Ya sabéis cómo me gusta hacer (ved aquí o aquí) y liar las croquetas, así que ahora solo os cuento los ingredientes y algún truquillo que, en mi opinión, viene bien con estas y otras croquetas.
No tienen ninguna complicación: un sofrito previo de bastante (estamos hablando de setas) ajo y cebolla en burunoise, sobre el que se marea un buen puñado de este variado de setas congeladas previamente troceadas, con un poco de perejil fresco picado, un toque de pimienta negra recién molida, un golpecito de vino blanco (me gusta usar fino), y a dejar que se guisotee y reduzca todo el asunto. Cuando pongáis las setas a descongelar tened la precaución de reservar el juguillo marrón que sueltan porque está cargado de sabor; añadidlo junto al vino para que se nos quede en las croquetas, para qué lo vamos a desperdidicar si está tan rico ;) A ese guisote previo se le incorpora un poco de mantequilla, harina (a ojo, pero como la misma cantidad que de sofrito), sal y nuez moscada. Cuando haya perdido el punto crudo empezamos con la leche, poco a poco y removiendo, hasta que la masa tenga el punto que tiene que tener (ved las otras entradas que os he enlazado antes para más explicaciones). La única precaución especial que hay que tener en este caso es que, durante este proceso, las setas suelen soltar una especie de gelatina riquísima pero que puede dejar lamiosa y complicada de trabajar la masa; pasa como con las croquetas de gambas, que también sueltan una gelatina de efecto parecido. Así que con las croquetas de setas (o de gambas) os recomiendo dejar la masa un punto más espesa de lo habitual, pero sin pasaros, solo un poquito. (Acabo de caer en la cuenta que unas croquetas de setas y gambas quedarían muy bien ¿no os parece???). Luego se lían como ya os he explicado otras veces y, si queréis, se congelan por el procedimietno que ya conocéis.
Quedan estupendas, como todas las croquetas, es que no me canso... Y encima las podemos congelar!!!! Así tenemos disponible un excelente segundo plato casero y rico... o un aperitivo muy apañao para agradar a esos amigos que se presentan en casa sin previo aviso ;)
No tienen ninguna complicación: un sofrito previo de bastante (estamos hablando de setas) ajo y cebolla en burunoise, sobre el que se marea un buen puñado de este variado de setas congeladas previamente troceadas, con un poco de perejil fresco picado, un toque de pimienta negra recién molida, un golpecito de vino blanco (me gusta usar fino), y a dejar que se guisotee y reduzca todo el asunto. Cuando pongáis las setas a descongelar tened la precaución de reservar el juguillo marrón que sueltan porque está cargado de sabor; añadidlo junto al vino para que se nos quede en las croquetas, para qué lo vamos a desperdidicar si está tan rico ;) A ese guisote previo se le incorpora un poco de mantequilla, harina (a ojo, pero como la misma cantidad que de sofrito), sal y nuez moscada. Cuando haya perdido el punto crudo empezamos con la leche, poco a poco y removiendo, hasta que la masa tenga el punto que tiene que tener (ved las otras entradas que os he enlazado antes para más explicaciones). La única precaución especial que hay que tener en este caso es que, durante este proceso, las setas suelen soltar una especie de gelatina riquísima pero que puede dejar lamiosa y complicada de trabajar la masa; pasa como con las croquetas de gambas, que también sueltan una gelatina de efecto parecido. Así que con las croquetas de setas (o de gambas) os recomiendo dejar la masa un punto más espesa de lo habitual, pero sin pasaros, solo un poquito. (Acabo de caer en la cuenta que unas croquetas de setas y gambas quedarían muy bien ¿no os parece???). Luego se lían como ya os he explicado otras veces y, si queréis, se congelan por el procedimietno que ya conocéis.
Quedan estupendas, como todas las croquetas, es que no me canso... Y encima las podemos congelar!!!! Así tenemos disponible un excelente segundo plato casero y rico... o un aperitivo muy apañao para agradar a esos amigos que se presentan en casa sin previo aviso ;)
Nunca las he elaborado con setas. Cualquier día me animo. Geniales las tuyas. Un besote de Olí de ENTREBARRANCOS
ResponderEliminarNUNCA LAS HE HECHO PERO PROBARE TIENEN UNA PINTA ESTUPENDA.BESOS
ResponderEliminarBuenísimas! Las de gambas y setas ummmmmmmm!
ResponderEliminarEstas debemos de probarlas en casa sin tarda mucho...el sabado que tenemos cena de amigos...las haremos!!!
ResponderEliminarBesos
Uff que pinta tiene
ResponderEliminarQuiero entregarte un premio es el Indalo de Bronce por tus 100 seguidores y me alegro de ser una de ellos, después tu se lo puedes entregar a quien tú quieras eso si que cumpla los requisitos. Aquí te dejo el enlace para que lo recojas.
ResponderEliminarhttp://cocina-trini.blogspot.com/2010/11/premio_26.html
Estoy de suerte en mi blog si quieres probar suerte.
Muchas gracias Trini!
EliminarQue cremositas que se ven :)
ResponderEliminarUn saludito
Susana, unas croquetas muy ricas, creo que tendrán mucho sabor, y desde luego que probaré esas setas....................si tu las recomiendas eso está hecho, besitos
ResponderEliminarBuenas tardes Susana. La verdad como bien dices dan mucho juego esas ricas setas congeladas. A ti las croquetas que has preparado te han quedado de lujo, se ven súper jugosas y seguro que con un sabor fantástico.
ResponderEliminarUn saludo Paco
Y si entre el variado se setas, tenemos unos boletus o unos níscalos frescos en esta genial receta, la cosa pasa de genial a supremo... ufff.. que ganitas de catarlas que me están entrando ..
ResponderEliminarSusana: te dejé la respuesta en mi entrada de pavo a la sal. Un beso de Oli de ENTREBARRANCOS
ResponderEliminarHola Susana! Qué ricas tienen que estar! Precisamente tenemos en el congelador una bolsa de setas que nos tenía mareados...y creo que ya sé en qué la vamos a usar!
ResponderEliminarA ver si coincidimos pronto!!
Besos
Buenísimas, Susana! yo con esas setas congeladas he hecho mermelada de setas y es espectacular! Un besito.
ResponderEliminarUna bolsa de esas es fondo de armario obligado, ahora mismo estoy descongelando unas para hacer unos huevos en el horno que se las voy a poner, ni que decir tiene que tus croquetas son un puntazo y te copio la idea del chorrito de fino (que también es muy habitual en mi cocina)me parece que con el juguillo de los hongos, el vinillo y tu mano has conseguido unas croquetas de matricula de honor. Un besito y gracias por compartir mis gustos vacacionales je, je.
ResponderEliminarAdoro los croquetas! Te las copio porque te han quedado supercremositas! Como a mí me gusta... Saludos!
ResponderEliminarQué ricas, me encantan las croquetas, las adoro, son super fan de las croquetas, pero..., me da rabia hacerlas porque se tarda un montón y te las comes en 5 segundos...., ¡no es justo!
ResponderEliminarTambién he probado las setas esas congelada (no para croquetas) y sí que están buenas sí, y como dices, muy apañadas para multitud de cosas. Que aunque no soy muy fan de los congelados hay cosas que pueden merecer la pena.
Las hicimos hace unos meses (al final de la temporada de setas el año pasado), y la verdad, estan de vicio :)
ResponderEliminarJo, ya me han entrado ganas de comer otra vez... ains..
¿Te puedes creer que hasta HOY no he visto tu respuesta???? Me alegro de que os hayan salido bien, la verdad es que las croquetas de setas son un punto :)
Eliminar