Otra vez he aprovechado un estupendo fin de semana con amigos para guisotear en compañía, en esta ocasión un arroz caldoso a base de productos de la tierra que preparamos y nos comimos en la casa que Juanjo tiene en Islantilla. Los ingredientes básicos fueron gambones y coquinas (compradas en el Mercado del Carmen), arroz redondo, paciencia, cariño, y una buena compañía que además ayude un poco. Me gusta mucho hacer arroz caldoso y esta vez ha salido especialmente rico, no sé si porque los ingredientes eran excelentes, porque la compañía echó una mano, porque hacía sol y estábamos rodeados de verde, porque durante el proceso nos reímos mucho, o porque el fin de semana ha sido magnífico en todos los sentidos. Aunque igual ha sido por todo esto a la vez: cocinar en buena compañía y con buen ambiente es muy agradable y es difícil que, así, las cosas no salgan bien :)
Empecé abriendo (unos minutos en el microondas) unas coquinas pequeñas que encontré en la plaza a buen precio. Tengo que confesar que buscaba almejas arroceras normales y corrientes, pero como no había pues... Una vez abiertas las dejé en un plato para que perdieran algo el calor. Mientras empecé a preparar un fumet, por el procedimiento que ya os he contado en alguna ocasión, con verdura troceada (esta vez ajo, cebolleta, pimiento verde y tomate) y las cabezas y cáscaras de unos gambones que, como podéis ver, Carmela y Paco pelaron a conciencia mientras se tomaban un tinto de verano :)
A estas alturas las coquinas ya se podían manipular, así que volví a pedir ayuda para irlas separando de las cáscaras de una en una; esta vez también colaboró Virginia :) Como con los gambones, la idea es que este plato se pueda tomar sencillamente con la cuchara y sin tener que trabajar mientras uno se lo zampa, de ahí lo de pelar previamente los gambones y las coquinas y, en el caso de los primeros, trocearlos en porciones de cuchara. Los pinches ya habían acabado con el tinto de verano y, en este paso, le dieron a la cerveza fria :)
El líquido que sueltan las coquinas sabe a mar y es una pena desperdiciarlo, así que lo colé y lo añadí a la cacerola en la que se estaba preparando el fumet que, además de lo habitual (el refrito de verdura y las cabezas de los gambones) también se llevó este caldito tan rico y un chorreón de vino blanco, un buen puñado de perejil fresco y otro igual de culantro o cilantro. Y a cocer, no más de 15-20 minutos. Esta vez no lo pasé por la batidora, sencillamente lo colé.
No os creais que Juanjo no ayudó, estaba preparando en el patio el montaje en el que finalmente hicimos el arroz. No lo pillé con la cámara mientras lo hacía, pero sí el resultado final: un rosco de los que se utilizan para paella y un perol bien hermoso:
Con un buen fondo de aceite en el perol sofreí un rato el arroz (redondo ¿eh? nada de arroz largo para esta y cualquier receta de arroz caldoso) y luego añadí algo más del triple del fumet. Como con el risotto, en este tipo de preparaciones combiene remover el asunto durante la cocción para que el arroz suelte almidón y el caldo quede espeso. Cuando el arroz estaba casi listo (aún a falta de unos minutos) apagué el fuego y añadí los tropezones (los gambones troceados y las coquinas) que prácticamente no requieren mucho más tiempo y, si nos pasamos, se acaban secando. Así que unos minutos de reposo (en los que el arroz se termina de rematar) y listo, al plato.
El patio de casa de Juanjo está orientado al sur y da a un enorme campo de golf, de manera que la preparación, la comida y la tertulia posterior fueron al sol, disfrutando de la vista de una grandísima extensión de cesped rodeada de árboles. La verdad es que todos repetimos (alguno incluso requete-repitió) y, al final, no sobró nada...
Ya me imagino a que sabe este arroz, y en esa compañía y en ese entorno todavía mejor. Me encantan las coquinas desde que las descubrí hace ya algunos años en Sanlucar, aunque por aquí no las traen a los mercados, fijate, estando tan cerca Málaga que las tienen a montones. Así que me tengo que conformar con tomarlas fuera. Estupendo este arroz, ideal para un domingo. Me llevo la receta. Besos.
ResponderEliminarMe llevo la receta del arroz, nunca le pusimos coquinas ya que nos gustan tanto, en especial a la pequeña Triana, al ajillo que nos da apuro poner en el arroz...pero bueno la pinta es buena, muy buena!!! No olvides hacer una visita al Acanthum...se que te va a encantar!!!
ResponderEliminarBesos
Qué buenísima pinta, y con productos del Mercado del Carmen mucho más( mi madre compra a diario en él..). Estoy pensando que igual sois vecinas..
ResponderEliminarUn beso
Ah, perdón, me he confundido..el mercado de diario de mi madre es el de San Sebastián..a ese me refería cuando digo que igual sois vecinas..jejje
ResponderEliminarNo importa Floruca, sea en el que sea tu madre tiene un gusto estupendo :)
Eliminarque rico arroz
ResponderEliminarLa compañía, que al aire libre las cosas saben distinto, los ingredientes... todo un lujo!!
ResponderEliminarQué envidia me dais, de verdad!!
Que arrocito más rico, voy a anotar la receta por que ahora estoy viendo por aquí que venden las coquinas, debe de estar de muerte ja ja Besitos
ResponderEliminarSe vé genial Susana, felicidades, a mi también me gusta mucho el arroz caldoso
ResponderEliminarLa cocina con amigos está siempre más buena
Besotes princesa
Chiquilla que cosa tan buena, que buen patio para disfrutar con los amigos, si señor!
ResponderEliminarPeaso de arroz! De los que me gustan a mi los domingos... Y encima con ese entorno!
ResponderEliminarHola.-
ResponderEliminarUn arroz con una pinta excelente, y parece sencillo de elaborar. Vengo de tierras del norte desde http://www.elclubdelapuchera.com/ y me ha parecido un blog interesante, espero poder seguirte....
un saludo y felicitaciones por tu blog
Un gran arroz y rodeada de amigos, no se puede pedir mas
ResponderEliminarUn saludo
Vaya platazo de arroz, Susana! Tan impresionante como el que he publicado hoy tuyo. Gracias!!!!
ResponderEliminarEstá irresistible un caldoso exquisito y al aire libre mucho mejor,abrazos y abrazos.
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