Ensalada de pollo, remolacha, tomate, queso feta y brotes de soja

No sé en vuestro caso, pero por aquí abajo ya empieza a hacer calor y, de hecho, os escribo esto con algo más de 30º (un 15 de mayo). Osea: SE ABRE LA VEDA DE LAS ENSALADAS FRESQUITAS, de las que hay tantas combinaciones como cocinillas con imaginación y algo de sentido común, y que, en época de calores, son uno de los platos de-casi-diario para seguir alimentándose como Dios manda pero acorde con la temperatura ambiente. Que por esta esquinita del país rozará (y superará) con frecuencia los 40º, así que... vivan las ensaladas! Con pescado y/o carne y/o pollo, y/o lo que queramos, y aliñándolas como nos dé la gana, es posible hacer una cada día sin repetirse y, a través de ellas, seguir comiendo de todo y haciendo una dieta sanísima, pero fresquita. Las hay con nombre y apellidos y con una merecida fama, (la César, la Waldorf, la Coob...)  pero también están las que no tienen un nombre glamouroso, porque simplemente son el resultado de aprovechar lo que haya en la nevera y hacer lo que diga la fantasía. Como esta que hoy os subo, y cuyo nombre sencillamente son sus ingredientes fundamentales. Una lechuga (por favor, cualquier cosa menos esas insípidas iceberg, a mí me gusta especialmente la romana de-toda-la-vida), un par de filetes de pechuga de pollo  a la plancha previamente aderezados (en este caso, especies para pollo, pimienta negra y sal, pero... viva la imaginación), cebolleta en juliana, remolacha cocida que he picado en trozos groseros, idem con un tomate de los de verdad, un puñado de brotes de soja, un poco de queso feta desmenuzado con las manos, y todo eso aliñado con aceite de oliva, vinagre (hoy he usado uno de manzana, me ha dado por ahí) y sal. Removemos y pa'dentro, sin más.

Si, como parece, el calor ya no se va, amenazo con inundar el blog de ensaladas. Y os animo a que hagáis lo mismo, claro. ¿Cuáles os gustan más? ¿Tenéis recetas raritas de ensalada que queráis compartir? ¿Habéis probado una vez en un sitio una ensalada que os dejó sin habla?