Los calabacines son unas verduras muy facilonas: gustan a casi todo el mundo, se pueden hacer de mil maneras y, siempre, quedan bien. Encima tienen muchísimas propiedades, como nos cuentan José Manuel y Rocío del blog Las Recetas de Triana en esta entrada, os recomiendo que curioseéis por allí no sólo para aprender el leñazo de vitaminas y minerales que nos metemos en el cuerpo cada vez que comemos calabacines, sino también para encontrar recetas estupendas con este y otros productos. Yo hoy he preparado unos calabines rellenos de carne y gratinados al horno, muy sencillos de hacer, y muy recomendables si en vuestra casa al personal no le gustan demasiado las verduras, porque de esta manera se las metéis casi de contrabando :). Además esta receta permite matar varios pájaros de un tiro, porque se tarda prácticamente lo mismo en hacerla para una o para más ocasiones, así que podemos congelarla casi-terminada y solucionarnos el segundo plato para más de un día.
Los calabacines deben estar prietos, duros, bonitos, y sin marcas de golpes ni tonterías; para esta receta me gusta que tengan un tamaño medio, ni muy pequeños (se tarda una barbaridad en rellenarlos y quedan ridículos) ni muy grandes (tienen muchas pepitas y son menos sabrosos). Después de lavarlos bien hay que cortarles los dos extremos, dividirlos en trozos del tamaño que más coraje os dé, y hacerles un corte longitudinal. Los metemos en una bandeja para microondas y los tenemos allí dentro, a máxima potencia, unos 5 minutos; así los reblandecemos pero, a diferencia de si los cocemos en agua, de esta forma conservan mejor sus propiedades (que no se van al agua). Deben quedar blanditos pero aún enteros, porque el fín de fiesta es en el horno y allí es donde se deben terminar de hacer. Una vez conseguido este punto les quitamos la pulpa, con una cuchara o con un sacabocaos (:D al menos así llamamos por aquí a ese artilugio que permite vaciar frutas y verduras) (se me acaba ocurrir que podíamos inaugurar una entrada con chismes y artilugios de cocina ¿no?). Conviene tener cuidado y no quitarles demasiada pulpa, la idea es dejar una especie de barquito con consistencia suficiente para aguantar el relleno pero con espacio también suficiente para que éste quepa. Si quitáis poca pulpa van a quedar unos calabacines rellenos ridículos, pero si quitáis mucha el barquito se romperá y la hemos liado. Reservamos la pulpa blandita del calabacín y los dejamos en una fuente, se quedan como veis en esta foto.
Es el turno del relleno. Como podéis ver yo he usado ajo, puerro, pimiento verde y rojo y zanahoria; también me gusta mucho usar apio, pero hoy no tenía. Troceamos la verdura en una burunoise no demasiado pequeña (si es que, como a mí, os gusta encontraros los trocidos de verdura al comer) y la sofreimos, añadimos carne picada (yo suelo usar mitad ternera y mitad cerdo, pero... a gusto), sal, pimienta negra recién molida, le damos un par de vueltas y de minutos, echamos la pulpa troceada del calabacín, un chorreoncillo de vino (yo hoy tenía abierto un blanco de Sanlucar de Barrameda, pero queda también muy bien con fino, o con amontillado, o con tinto) y lo dejamos reducir. Cuando lo haya hecho incorporamos tomate fresco rallado si ya estamos en verano, o bien tomate triturado de lata si es invierno y lo que podemos encontrar son esas cosas insípidas de invernadero a las que me niego a llamar tomates. En este punto conviene echar un pellizco de azúcar, por aquello de rectificar la acidez del tomate, y lo dejamos hacerse para que el tomate reduzca y los sabores se mezclen. Lo que tenemos que obtener, como veis en la foto, es un relleno jugoso pero compacto y espeso, que vamos a poner generosamente en los barquitos de calabacín que hemos preparado previamente. A continuación preparamos una bechamel no demasiado espesa con la que napar este preparado y lo cubrimos con queso rallado.
Sólo queda darle unos minutos de horno, gratinando el asunto. Antes de eso, si habéis rellenado calabacines en cantidad podéis colocar los que no vayáis a consumir en los recipientes desechables de aluminio con una tapadera de cartón que venden en cualquier supermercado, y congelarlos en las porciones que más os interesen; sacadlos del congelador la noche antes y bastará con tenerlos unos minutos en el horno, con los últimos en función gratinador. Vamos, igual de cómodo que las lasañas y demás que venden precocinadas, pero casero, más fiable y desde luego más sano.
Con los que vayáis a comer en el día sólo falta darles unos minutillos de horno gratinando y, cuando os parezca, los sacáis. Listo. Sencillo, útil (probad lo de congelar varias tandas, que merece la pena), sano y completo. Bueno, y también rico, ¿qué mas se puede pedir????
Que buenoooooo....como me gustan los calabacines, es una verdura que usamos bastante, y encima con este rellenito, no veas!!!
ResponderEliminarBesos
Espectacular la pinta de este plato! se hace la boca agua, y fijaté tú que yo no lo he hecho nunca, suelo rellenar berenjenas, patatas, pimientos, tomates y sin embargo calabacines nunca, no sé porqué. Esto va a cambiar te lo digo yo, me has convencido con la primera foto.
ResponderEliminarUn besote.
Es que los calabacines son estupendos, y se pueden rellenar de casi todo, no sólo de carne.
ResponderEliminarRocío, no dejes de contarnos qué te ha parecido cuando los hagas!
Otro dia prueba sustituyendo la carne por unas gambitas arroceras peladas y salteadas previmente en una sartén con una pizca de aceite y de sal. Y si no tienes ganas de trabajar tanto pelando las gambitas, puedes usar langostinos congelados, (pero buenos, eh?), o si estás en el taco, pues gambas gordas.
ResponderEliminarTambién sirven los gambones y, dede luego, los carabineros.
Pero eso son ya palabras mayores...
Siempre un beso.
ACZ.
Yo no los meto en el microondas sino que les hago unas calditas (lo de a las tostadas para que entre el aceite por las mañanas) y con su chorreón de aceite los meto en el horno. Luego los saco, vacío el calabacín horneado y lo añado al relleno.
ResponderEliminarACZ: Eso mismo (gambitas, claro, lo otro...) con una bechamenl bien espesa y queso... Aysh....
ResponderEliminarJose: Yo esa parte la hago en el micro por que me parece más rápido, pero seguro que reblandeciéndolos en el horno tambien quedan de lujo.
Te han quedado con una pinta increíble!
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