O con alcachofas, que es el nombre por el que la mayor parte de vosotros probablemente conocéis esta sabrosa verdura, a la que en mi tierra llamamos así, alcauciles. Yo siempre tengo alcauciles congelados que, evidentemente, no le llegan ni a la suela de los zapatos a los frescos, pero que están bien conseguidos y me permiten disfrutar de esta verdura fuera de su temporada. Los alcauciles dejan un saborcillo exquisito y dulzón que, en los arroces, me parece una maravilla. La receta que hoy os cuento es muy sencilla y también útil para esos días en los que no has previsto nada y hay que tirar de lo que hay "almacenado" en casa.
Necesitamos picar bien finos ajo y cebolla, sofreírlos y, cuando estén, añadir alcauciles (ya os digo que yo hoy he usado de los congelados) troceados y darles unas cuantas vueltas para que se cocinen un rato, junto a un poco de sal y pimienta negra recién molida. Luego se incorpora arroz de grano corto en la cantidad que se considere conveniente, y también se lo marea un rato con el refrito anterior para, pasados unos minutos, añadirle perejil picado y el triple de líquido. A ver, vamos a pensar. Los arroces al cocer absorven el líquido, de manera que si en vez de agua se usa un caldo el resultado será mucho más sabroso, ¿verdad? Por tanto esta receta queda aceptable con agua, pero si tenéis a mano algún caldo os recomiendo usarlo. Yo hoy he descongelado un bote con caldo de pollo :)
Parte de la gracia de estos arroces es que queden como indica su nombre, caldosos, melositos, espesos, con cuerpo y gracia. Y eso en parte se consigue con un truco que consiste en hacer algo que está terminantemente prohibido en los arroces secos: moviendo el asunto durante la cocción. Así el arroz expulsa al líquido parte de su almidón, cosa que estropea el resultado si queremos un arroz seco, pero espesa y aporta un punto muy agradable a los arroces melosos. Pensad en el procedimiento para hacer un buen risotto: mover constantemente el guiso durante la cocción ¿no? Pues aquí lo mismo :)
Lo único malo de esta receta (y de todas las de arroz, en general) es que hay que hacerla y comérsela directamente, si nos despistamos se forma un engrudo que... Pero exceptuando ese pequeño inconveniente, os aseguro que vais a obtener un plato delicioso que, seguro, repetiréis en más de una ocasión. Como siempre que se toman alcauciles, bebeos un vaso de agua después y deleitaros... No sé porqué será, pero sabe tan dulce... mmmm
Y venía yo pensando "qué demonios son los alcauciles"
ResponderEliminarQué rico, y lo que apetece, llevamos una semana con las navidades y ya lo único que me apetece es algo como lo que has preparado.
Besos
Hola, guapa, feliz año!
ResponderEliminarReceta de Huelva que me vuelve loca, a veces también le añado coquinas..uhmmm!
Besos