Hace años que no compro champiñones de los que vienen en lata, no me convencen para nada y disfruto muchísimo más con los frescos que, tratados en condiciones, dan un juego estupendo y quedan la mar de ricos. Sólo hay que elegirlos bien (blancos, prietos, sin golpes ni nada por el estilo), lavarlos a conciencia para quitarles la tierra que (si están frescos y en condiciones) traen e, inmediatamente, secarlos para que no absorban humedad; luego se trocean como nos parezca bien y ya tenemos una delicia estupenda para lo que nos dé la gana, o bien se rellenan enteros de lo que se quiera. Yo hoy los he usado para preparar una guarnición que le va de lujo a la pechuga de pollo; he optado por mezclar estos dos protagonistas pero esta receta admite variante, como luego os contaré. Los champis, una vez preparados como os acabo de contar, tenían este magnífico aspecto (vamos, lo mismo que los de lata...):
He hecho un refrito de puerro y ajo y, cuando estaban blanditos pero aún enteros, he añadido los champiñones, sal, pimienta negra recién molida, y un golpe de vino (esta vez he tirado de un amontillado). Lo he mareado todo un rato, para que se mezclen bien los sabores y, con el fuego apagado, lo he rociado con leche evaporada (podéis usar nata pero engorda más y es menos sana).
Esta guarnición tal cual queda muy rica y acompaña muy bien otras cosas, aunque a mí como más me gusta es con pechuga de pollo, no me preguntéis porqué :) Si vais a prepararla así (de guarnición) dejad que cueza un poco más hasta que la leche evaporada y el vino reduzcan y se quede una salsita espesa a vuestro gusto. Yo hoy he optado por, en otra sartén, darle un golpe fuerte de aceite a pechuga de pollo cortada en láminas y aliñada previamente con sal y ajo deshidratado; me gusta añadir también un chorrito de limón pero hoy no tenía :(
Cuando el pollo se ha dorado un poco lo he incorporado a los champiñones a la crema, lo he dejado reducir un poco, y listo :) Si sois mucha gente a la mesa lo más sencillo es preparar la guarnición, por un lado, y los filetes de pechuga a la plancha, por otro, y presentar las dos cosas por separado para que cada cual se lo mezcle en el plato. Solos o (si no estáis de operación bikini) con papas fritas...
Me encanta! Lo hago parecido muy a menudo y está buenísimo! Te ha quedado sensacional!
ResponderEliminarQué plato más apetecible te ha quedado Susana, bien jugosito y con setas en abundancia, como a mí me gusta...Qué rico!!!
ResponderEliminarQué plato más rico. Estoy contigo, los champiñones de lata pierden toda la gracia. Mucho mejor comprarlos frescos y dedicarles un poco de tiempo. Besos
ResponderEliminarQué rico!!! Con operación bikinio o no, no me lo puedo perder!!! jajajaj, apuntada queda..
ResponderEliminarBesos...
Pues si que tiene que ser un plato rico.
ResponderEliminarUn saludo