Pastel de bacalao al horno

Otra receta que he trasteado a partir de una deliciosa tapa que he tomado hace un par de semanas un bar, obligada por el trabajo a comer fuera de casa demasiados días seguidos. No deja de ser un experimento que, seguro, es mejorable (admito y pido sugerencias, por favor), pero la verdad es que ha salido rica, así que la propuesta que aquí os hago no debe andar desencaminada. 

Hace falta pelar y pochar como para tortilla (ya sabéis, cocidas suavemente en aceite pero no muy fritas) unas patatas en láminas de algo menos de medio dedo de grosor. Mientras se hacen picamos ajo en láminas (con el bacalao me gusta encontrármelo), cebolla y pimiento verde en juliana (la próxima vez creo que voy a añadirle también pimiento rojo), y lo ponemos a pochar en aceite de oliva. Cuando esté como debe, se añade bacalao fresco desmenuzado (si lo compráis salado, ya sabéis... a cambiarle el agua varias veces durante un día o, mejor, dos), un poco de sal, un pelín de pimienta negra recién molida, y lo dejamos hacerse un rato no demasiado largo, porque luego le toca un rato de horno.

Ya tenemos listos los dos ingredientes básicos para montar el pastel. Se pone una capa de patatas pochadas, encima el relleno de verduritas con bacalao, y tapamos con más patatas. Luego hay que pinchar el resultado con un cuchillo por varios sitios, añadir un buen chorreón de leche evaporada Ideal (o nata, que es lo que tenía la receta original), y rematar con huevo batido. Lo de pinchar es para que esta mezcla le llegue bien y empape todo lo posible el pastel.

Sólo falta un golpe de horno (180º-200º) que será más o menos largo según. Si hacéis el pastel sobre la marcha bastará con 10-15 minutos, según vuestro horno, porque la mayor parte de los ingredientes están ya hechos y calientes, y sólo hace falta cuajar el líquido y el huevo; si lo dejáis montado y frío para terminar la receta justo antes de comer, supongo que un poco más. La cosa está lista cuando veáis que el pastel está compacto y el huevo hecho, pero todo aún jugoso:

  

Ya van un par de veces y os aseguro que, así, merece la pena. Pero creo que la próxima vez que caiga (que será pronto) voy a añadir como ya os he dicho pimiento rojo al sofrito del principio y también, ya fuera del calor, un buen puñado de culantro fresco picado, que se lleva tannnnnnnn bien con el bacalao :)